martes, 17 de mayo de 2011

VOLCANES DE NICARAGUA.

Tan acostumbrados están los nicaragüenses que habitan la costa del Pacífico y la zona de los lagos a ver los Volcanes de Nicaragua, que no advierten toda la belleza, importancia y majestuosidad de estos colosos que por sí solos pintan el perfil de la costa pacífica nicaragüenses, origen del lema nacional: «Nicaragua tierra de lagos y volcanes».
La impresionante cadena volcánica de Nicaragua se inicia en el vértice noroeste de su territorio triangular con el Cosigüina, ubicado en una península que se adentra en el Golfo de Fonseca (antiguo Golfo Chorotega), y finaliza en el selvático volcán Maderas en la Isla de Ometepe, nombre que precisamente significa «dos volcanes». Tanto el primero: Cosigüina como el último: Maderas contienen en su interior lagunas cratéricas.
Porque no se educa a la juventud ni a la ciudadanía en las escuelas ni en los medios de comunicación sobre la realidad, importancia y grandes beneficios de los volcanes, la mayor parte de la población nicaragüense reacciona ante las frecuentes erupciones volcánica en forma dramática y negativa, considerando, erradamente, que son solamente desastres naturales.
Además del bello espectáculo de estos gigantes, se debe concientizar de los insuperables beneficios que las emanaciones de cenizas, piroclastos, químicos y otros materiales que --al ser depositados en cada actividad-- fertilizan los suelos convirtiéndolos en ricas tierras agrícolas de alta producción. La cantidad de estos fertilizantes que regalan los volcanes de Nicaragua en toda la costa del Pacífico, desde Río San Juan hasta Chinandega es de tal magnitud que no habría fortuna en el mundo capaz de financiarlos, si se tuvieran que pagar.
Los volcanes, por tanto, son vitales para contribuir a alimentar a toda la población. Las zonas de Nicaragua que carecen de volcanes, Norte y Caribe, presentan suelos menos fértiles, e incluso hasta pobres, para la agricultura.

El volcán Cosigüina (960 metros) es el primero de la Cordillera de los Maribios. Su cráter mide dos kilómetros y desde el borde superior hasta la superficie de su laguna cratérica de aguas sulfurosas y calientes, se miden 500 metros. Su monumental erupción es tan reciente que quedó registrada el 20 de Enero de 1835. La explosión fue sorpresiva y tan colosal que se escuchó en México, Jamaica, Colombia, Ecuador y Venezuela. Sus cenizas se extendieron por casi 2 millones de kilómetros cuadrados, al lanzar más de 50 kilómetros cúbicos de materiales al espacio que oscurecieron la luz del sol por varios días, por ello nuestros abuelos hablaban de aquella fecha como «El año del humo». Ha sido la erupción volcánica más portentosa en toda la historia del Continente Americano.

La Cordillera de los Maribios continúa con estos tres volcanes: Chonco (1165 metros); San Cristóbal (1750 metros), el más alto de Nicaragua. En la antiguedad lanzaba una llamarada intermitente visible día y noche, que servía de guía a marinos y piratas. Por ello se le llamaba «El faro de Centroamérica» y su antorcha nocturna era visible 300 kilómetros mar adentro; y el volcán Casitas o Apastepe (1405 metros); los tres forman una sola masa, un solo conjunto, pero son diferenciados por sus conos. A consecuencias del huracán Mitch, el volcán Casitas colapsó a las 11 de la mañana del 30 de Octubre de 1998, al saturarse de agua sus faldas y deslizarse un deslave que causó 1500 víctimas letales de familias campesinas que por años estuvieron fincadas en las faldas y talaron el bosque para combustible doméstico, haciendo vulnerable e inestable el suelo.

Durante milenios, desde la prehistoria, el volcán San Cristobal (1750 metros sobre el nivel del mar), retumbaba haciendo estremecer la tierra, lanzaba llamas, rocas incandecentes, lava y columnas de huma, cada 20 minutos. Este colosal cono es insignia del departamento de Chinandega, tercer volcán de la cordillera de Los Maribios y el más elevado de Nicaragua. En la antiguedad era tán visible el humo de día y las llamas de nochhe desde 300 kilómetros en alta mar, que servían de faro natural y guía a los navegantes honrados y también a los piratas ingleses, franceses y holandeses que merodeaban Centroamérica en el siglo XVII, y era la referencia exacta para localizar el antiguo Puerto de la Posesión, rebautizado después como El Realejo, hoy puertp de Corinto. Por ello se le conoció durante la época colonial como «El faro de Centroamérica». Un día el San Cristobal, que los españoles llamaban volcán El Viejo y los chorotegas denominaban Tezoatega, por la población que se ubica a su pie, cesó en sus actividades y permaneció en quieto silencio durante tres siglos, hasta el año 1971, cuando se reactivó de su siesta lanzando humo y cenizas en hermosas columnas que el viento eleva y luego deposita fertilizando las ricas tierras chinandeganas.
Aunque ya no emite su incandecente antorcha nocturna, sus fumarolas son frecuentes y sus breves erupciones de cenizas se producen con pocos años de intermitencia, algunas veces con emanaciones de lava, azufre y rocas incandecentes que ruedan sobre sus faldas.

El volcán Telica (1040 metros sobre el nivel del mar), se yergue en el departamento de León y al norte de la ciudad universitaria, es el cuarto volcán de la Cordillera de los Maribios o Chorotega, y es uno de los más activos de Nicaragua. En sus faldas no existe vegetación por el calor de su permanente actividad. Se caracteriza por las grietas, estrías o surcos que las lluvias erosionan en sus arenosas faldas. Sus persistentes emanaciones liberan las presiones internas alejándolo de causar los daños de una erupción típica de los volcanes que bloquean sus chimineas haciendo que los gases acumulen presión e inesperadamente estallen. Esto no ocurre con el Telica.

La vegetación oscura que se ve en la esquina inferior derecha de esta fotografía, corresponde al bosque que cubre las faldas del quinto volcán de esta espectacular cordillera, es el volcán Santa Clara (1050 metros sobre el nivel del mar), está prácticamente apagado, pero eso no significa que no pueda dar una sorpresa, como ocurrió con el primero, el Cosigüina, que incluso no tenía forma cónica y parecía una gran loma curva antes de su monumental erupción en 1835
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Impactante fotografía nocturna del Cerro Negro en la erupción de 1967. Ubicado en el departamento de León, el Cerro Negro (625 metros sobre el nivel del mar) no tuvo nunca nombre precolombino, porque es uno de los poquísimos volcanes del planeta que se formaron en la era histórica. Surgió de la tierra hace tan poco como el Domingo 13 de Mayo de 1850, y su nacimiento lo documentó Ephraim George Squire, Ministro (Embaja-dor) de EE. UU. en Nicaragua, en su libro «Nicaragua, sus gentes y paisajes». Geológica e históricamente, el Cerro Negro es un volcán recién nacido (un «bebé»). En el planeta, solamente un volcán es más joven: el Paricutín de México, surgido en 1947. Desde su nacimiento el Cerro Negro efectúa erupciones con algunos pocos años de intervalo, lanzando lava y cenizas sobre los campos agrícolas y la ciudad de León, incomodando a sus habitantes, pero fertilizando la tierra.

Esta fotografía a gran altura, abarca gran parte de la Cordillera de los Maribios. Arriba a la derecha se logra apreciar los volcanes Cosigüima, Chonco, San Cristobal y el Apastepe o Casitas. Al centro los volcanes Telica, San Jacinto, Rota y el Cerro Negro. A la izquierda el complejo de Las Pilas (1070 metros sobre el nivel del mar), donde se encuentra el volcán El Hoyo. Al fondo puede apreciarse vagamente el Golfo de Fonseca o Chorotega. Abajo las ricas planicies agrícolas; a la izquierda y arriba la fertilísima llanura nagrandana y el océano Pacífico. Tanta riqueza potencial espera la decisión de los nicaragüenses para producir todos los recursos suficientes para financiar el desarrollo de nuestro bendecido país.

Detalle del volcán El Hoyo (1070 metros sobre el nivel del mar), donde se aprecia el hundimiento circular al que debe su nombre, abajo de su enfriado y taponado cráter, por tantos siglos que en su interior ha crecido y puede verse la vegetación, no obstante la ausencia vegetal de sus costados revela calentamiento. A la derecha del hundimiento cir-cular es visible una grieta con fumarola. El turismo moderno incluye el turismo de aventura y el ecoturismo. Intur de Nicaragua tiene promueve la exploración, visita y escalamiento de esta cadena de volcanes, una especie de turismo espectacular y deportivo que atrae visitantes de todo el mundo, dispuestos a conquistar sus alturas.

Este es el más célebre volcán de Nicaragua: El Momotombo (1380 metros sobre el nivel del mar), ubicado en una privilegiada y espectacular posición formando una península al extremo occidental del lago Xolotlán o Managua que le hace visible desde muy lejos y de muchos lugares. Su belleza e imponencia fue cantada por los poetas Víctor Hugo (francés) y Rubén Darío (nicaragüense), dos inmortales de la poesía universal. La corriente negra que baja desde su eternamente humeante crá-ter y se abre en su falda y pie como un estero, es una colada de lava arrojada por el coloso en 1905, entonces la colada era de mayor magnitud, pero el avance vegetal la ha reducido, siendo aún una escultura muy hermosa y visible de lava fría y oscura. Frente al Momotombo se erigió la original ciudad de León en 1524. Los restos de esta ciudad constituyen las ruinas llamadas León Viejo, de donde se aprecia una bella y cercana vista del volcán.

Este paisaje nos muestra el conjunto del Lago Xolotlán, el volcán Momotombo formando una penísula y a la izquierda el llamado Momotombito, que es una isla del Xolotlán. Antiguamente el hoy Momotombito se llamaba Cocobolo, cuando era un centro ceremonial precolombino. Desde su última erupción en 1905, el cráter del Momotombo fue taponado por sus propias rocas, entre las cuales se filtran emanaciones de gases sulfurosos en una permanente fumarola. En 1610 los habitantes de la original ciudad de León, temerosos de los frecuentes retumbos y estremecimientos del Momotombo que agrietaba las paredes de adobe, fue dañada por un terremoto y decidieron trasladar la ciudad fuera de los peligros volcánicos, a su ubicación actual, pero en 1850, muy cerca de la nueva ciudad nació el Cerro Negro, que baña a León con arenas y cenizas.

Fotografía aérea del volcánisla Cocobolo o Momotombito (nombre popular). Se aprecia un bosque que satura toda su estructura por lo que se considera apagado. Su cono penetra los 30 metros de profundidad en el lago Xolotlán. Es más antiguo que el colosal Momotombo, y existe la posibilidad que éste haya surgido como un cráter adventicio o colateral del Cocobolo en milenios pasados. No se aprecian viviendas humanas, talvez porque el Momotombito es un refugio serpientes y millones de alacranes o escorpiones de muchas variedades, incluso desconocidas en otras partes. Fue importante centro religioso precolombino.

En el centro de la fotografía con aguas verdosas, sobresale la laguna azufrosa del volcán Apoyeque ubicado en la Península de Chiltepe, departamento de Managua. Este volcán tiene el aspecto de haber realizado una erupción, pero la principal está por venir y será un estallido colosal, porque los geólogos han determinado que es volcán del tipo llamado Krakatoa, clasificación denominada así por la erupción del volcán Krakatoa (en 1883, entre Java y Sumatra), calificada como la de mayor magnitud del planeta. A la izquierda se ve la laguna cratérica del extinto volcán Xiloá de aguas salobres, y más a la izquierda, parcialmente se asoma el lago Xolotlán. En esta misma península está el volcán Chiltepe, cuyo nombre en Nahuatl significa cerro caliente.

Managua es la única ciudad del mundo que contiene tres volcanes en su casco urbano: Asososca, Nejapa y Tiscapa. En esta fotografía aérea apreciamos el volcán Asososca con su laguna cratérica que suple agua potable a la población. Al fondo el cráter del Nejapa con su laguna cratérica de aguas azufradas, y la parte oriental de la ciudad capital rodeando ambos volcanes. Asososca hizo erupción en la era prehistórica y los managuas precolombinos hicieron de su laguna un centro ceremonial, donde existen petroglifos visibles y visitables en la actualidad. Otro tanto puede decirse de Nejapa.

El volcán Tiscapa con su laguna cratérica está en el corazón urbano de la ciudad de Managua, y ha sido convertido en una de las principales atracciones turísticas. Calles, avenidas, pistas, parques, hoteles, centros comerciales, cuarteles, monumentos y barrios residenciales circunvalan y rodean a Tiscapa. En los años ochenta el señor Samuel Santos, alcalde del FSLN, realizó el trágico proyecto de lanzar a la laguna de Tiscapa las sucias aguas pluviales que arrastran desperdicios, basura y lodo, para lo cual construyó un gran cauce que se vierte en la laguna causando la enorme contaminación que la destruye. Ningún otro munícipe ha emprendido la necesaria tarea de eliminar ese pernicioso cauce y desviarlo por otra ruta. El volcán Tiscapa está íntimamente asociado con los periódicos terremotos que afectan a Managua, capital de la república.

El volcán Masaya (600 metros de altura sobre el nivel del mar) es un conjunto de cráteres que incluyen a la Laguna de Masaya, que es crátérica y al muy visitado cráter Santiago de 500 metros de diámetro y 180 metros de profundidad, que contiene en el fondo de su enorme pozo un lago de magma visible, aunque por temporadas desaparece su visibilidad, se mantienen sus emanaciones sulfídricas. Este lago de lava despertó la codicia de Fray Blas del Castillo en 1538, convencido que el magma ebullente era oro fundido, y construyó un ingenioso artefacto del que colgó una olla de hiero sostenido con una cadena que introdujo en «su oro derretido» y extrajo una muestra que, al enfriarse, se convirtió en piedra negra, similar a la corriente enfriada que se conoce como Piedra quemada, extensa y visible sobre la carretera Managua-Masaya, producto de la última colada de lava del volcán. Fray Blas del Castillo, el codicioso fraile se vio frustrado en su sueño de fortuna facil.

En la fotografía de la izquierda, un geólogo se introduce al cráter Santiago del volcán Masaya, en forma similar a la exploración de Fray Blas en 1538, pero este científico no va en pos de una quimera aurífera, sino a realizar la medición de la temperatura y composición química del lago de magma. En plena guerra civil de 1979, el gobierno de Somoza finalizó la construcción del Parque Nacional Volcán Masaya, financiado por el Banco Central de Nicaragua, que permite desde entonces a los turistas visitar los cráteres accesibles por una carretera pavimentada, albergues, áreas para acampar y visitar el museo con la historia y carac-terísticas del volcán construidos en esa ocasión.

La laguna cratérica de Apoyo, en el límite de los departamentos de Masaya y Granada, tiene un diámetro de 6 kilómetros y las laderas del cráter que ocupa miden hasta 400 metros. Es la mayor de las lagunas volcánicas de Nicaragua y su profundidad máxima supera los 200 metros, sus aguas son salobres y en algunas zonas existen hervideros. El volcán Apoyo que regaló a Nicaragua esta hermosa laguna, debe haber tenido una colosal altura y su erupción prehistórica, fue de una magnitud ciclópea. Hoy es un centro de turismo importante tanto para Masaya, donde se ha desarrollado el Mirador de Catarina al borde de la laguna, como para Granada que ha fomentado la construcción de hoteles, balnearios centros de deporte acuático.

El volcán Mombacho (1350 metros sobre el nivel del mar), Su erupción dió origen a las Isletas de Granada que se desparraman a su pie sobre el lago Cocibolca. Aún es un volcán activo con fumarolas y emanaciones sulfídricas en su cráter. Hoy es un centro turístico con una carretera de acceso a su cumbre --un espectacular mirador natural– desde donde se aprecia casi toda la costa pacífica de Nicaragua. Su altura y acceso ha dado oportunidad de colocar una multitud de antenas de radio y televisión que permiten transmitir hasta la costa Caribe. Es una «isla biológica», con más de 100 variedades de orquídeas y fauna silvestre. Según el Dr. Jaime Incer, hizo una erupción grande antes de la conquista que le hizo perder altura, que este científico calcula era de 2000 metros o más.

El volcán Zapatera (600 metros de altura sobre el nivel del mar), ubicado en la isla de su mismo nombre, en el lago Cocibolca, contiene una laguna cratérica. Está totalmente apagado y cubierto de espeso bosque. Fue un centro religioso ceremonial para los nicaragüenses precolombinos, al igual que todas las islas volcánicas del pacífico: Cocobolo o Momotombito, Zapatera y Ometepe, como lo evidencia la abundancia de esculturas en piedra que ocupaban los santuarios, muchos de los cuales sufrieron saqueo y las esculturas --a las que llaman ídolos-- fueron trasladadas a museos nacionales y de otros países que las conservan en museos y colecciones privadas. La isla Zapatera mide 6 por 10 kilómetros.

El volcán Concepción (1600 metros sobre el nivel del mar), ubicado en la isla de Ometepe, pertenece al departamento de Rivas. No se conoce cuál fue el nombre conque le bautizaron los habitantes precolombinos, pero es muy probable que la denominación haya sido colectiva: Ometepe, que es el nombre que conserva la isla y su significado nahuatl es dos cerros, que es lo mismo que dos volcanes. Es el cono más perfecto de todos los volcanes de Nicaragua. Su erupción aún no ha ocurrido y mantiene una actividad moderada. Hasta mediados del siglo XX eyectaba una imponente columna de humo y fuego cada 20 minutos que era visible día y noche desde lugares como Boaco, Chontales y sobre todo, desde la costa lacustre rivense, que obligaba a los viajeros y turistas a contemplar un bello espectáculo.

El volcán Maderas (1350 metros de altura sobre el nivel del mar), posiblemente debe este nombre en español a la explotación de su espesa selva tropical maderable. En la actualidad se cultivan cafetales en sus laderas y haciendas de ganado. Desde las alturas de sus faldas se precipitan varios ríos con vistosas cascadas. El Maderas, hizo erupción en la prehistoria y actualmente está extinto, cubierto totalmente de una densa selva tropical con abundante flora y habitada por nutrida fauna. El atractivo turístico consiste en escalar sus boscosas laderas para conquistar su cumbre y admirar su hermosa laguna interior, pero los deportistas y visitantes no deben emprender esta aventura sin el auxilio de un guía experto.

Precioso espectáculo que contemplan turistas y deportistas al conquistar los 1350 metros de altura del volcán Maderas. Esta es la bella laguna cratérica que resultó de su prehistórica erupción. En esta fotografía se aprecia la espesa y compacta selva tropical que llega a tocar la misma superficie del agua. La erupción del Maderas eyectó cenizas, rocas y materiales que contribuyeron a la legendaria fertilización la Isla de Ometepe. Todavía en la actualidad se habla del encantamiento mágico de esta laguna volcánica, leyendas que iniciaron los nicaragüenses precolombinos que vieron en su belleza una inspiración mágicoreligiosa, convirtiéndola en un templo ceremonial para los ritos de su fe que --aunque primitivos-- merecen respeto.

En esta imágen se aprecia la isla de Ometepe con sus dos volcanes generadores: Concepción y Maderas, en el departamento de Rivas. Toda la isla es un prodigioso campo para la agricultura y la ganadería. El Concepción en sus intermitentes actividades, deposita cenizas y otros fertilizantes que permiten las magníficas cosechas de café, tabaco, granos básicos, plátanos, abundantes frutas y flores. Es una de las preferidas atracciones turísticas de Nicaragua. Y un dato importante: La isla de Ometepe es la más grande isla del mundo en agua dulce. Reiteramos: En agua dulce (en agua de mar la mayor es Australia). Una carretera formando un número ocho circunvala toda la isla bordeando ambos volcanes. El acceso es por barco, incluyendo transporte de vehículos en ferry, desde el puerto San Jorge, Rivas.

LIC:RENE DAVILA./ 15050011

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