El llanto de la Tortuga Verde del Caribe, con su
ojos llenos de arena, que se levanta de la costa del mar del Caribe, lo
encierra una lágrima que se le desprende de su mirada triste, que
parece pedir auxilio a los compradores y turistas que se acercan al
lugar para observar y tomarles fotos.
Las tortugas, de la especie
Chelonia Myda, cuando llegan al puerto de Bilwi son bajadas de los
barcos pesqueros y arrastradas a la parte inferior del muelle, muy cerca
de la caseta de seguridad de la Empresa Portuaria, la que es custodiada
por seguridad privada y miembros del Ejército, a escasos 15 metros de
la oficina de la
Una
vez que son capturadas, les perforan las aletas para amarrarlas, las
ponen boca arriba bajo el sol, y tienen que soportar hasta tres semanas
de calvario, aguantando hambre y sed, antes de ser sacrificadas para
comercializar su carne, según indicaron los lugareños.
La tortuga es
una de las carnes más buscadas por las personas pobres en Puerto
Cabezas, y se vende en tramos del mercado y en casetas cerca del muelle.
Los precios de la carne de tortuga van desde 25 hasta 40 córdobas (la
aleta).
Autoridades
del Gobierno Regional del Caribe Norte afirmaron que existe una
prohibición permanente de la pesca de tortuga carey, y solo se permite
capturar la Tortuga Verde, para la cual también existe una veda de tres
meses (marzo, abril y mayo), que es cuando se registra su período de
reproducción, y se está promoviendo la reducción gradual de su pesca.
Pero
los pescadores que se dedican a la captura de esta especie, afirman que
ya no hay época de veda, por lo que realizan con más frecuencia su
trabajo de sacar más, pues les generan más ingresos, debido a que son
bien pagadas.
“Traemos
un buen cargamento, en un día o dos llega un barco con langostas,
camarones y las tortugas, y cada barco trae entre cuarenta y setenta
tortugas por viaje”, dijo uno de los pescadores.
Cuando las tortugas vienen con huevos, los destazadores le sacan a cada una entre 500 y 900 unidades de huevecillos.
LIC:RENE DAVILA / 081211